A lo largo de las últimas semanas, con el lanzamiento de Ruralpedia, he podido charlar con muchas personas alrededor del fenómeno de la despoblación que arrasa la España rural y que, de alguna manera, se ha puesto de actualidad en los últimos tiempos. Bueno, esa actualidad hace referencia a la primera línea informativa ya que, en dichas zonas rurales, la despoblación es un problema que preocupa, y mucho, desde hace demasiado tiempo.
Han tenido que llegar iniciativas como la ‘Revuelta de la España Vaciada’, que impulsa Teruel Existe, Soria Ya!!! y otras muchas plataformas, para que los medios de comunicación comiencen a hacerse eco real de la grave situación por la que pasan muchos pueblos de nuestra geografía, sin mayor esperanza que agarrarse al presente y sin mucha esperanza para mirar al futuro.
También hay que tener en cuenta algunos matices importantes. Por ejemplo, la despoblación no afecta por igual a todas las áreas rurales de nuestro país. Ni mucho menos. Está claro que hay regiones donde el problema es mucho mayor que en otras donde los pueblos tienen un tamaño mayor y un mayor acceso a los recursos de primera necesidad, algo que, sin duda alguna, marca la gravedad de cada situación.
Pero lo que está claro es que la problemática que enfrentan estos pueblos, a mayor o menos escala, es la misma: descenso alarmante del número de habitantes, envejecimiento de la población, reducción de recursos e inversiones, envejecimiento de infraestructuras… Parece un mantra que se repite constantemente mientras uno pasea por esa España Vacía (o Vaciada) que tanto se ha abandonado. ¿Quizás lo que se intenta poner ahora son solo parches?
¿Cómo mirar al futuro del mundo rural?
En varias conversaciones mantenidas en las últimas semanas, al preguntar sobre cómo solucionar esta situación o cuáles son los principales problemas a los que se enfrentan las zonas rurales, las respuestas fueron contundentes. Por un lado, de manera tajante, me dijeron: “Dinero”. Tal cual. Y luego, Julia López, directora de hoyaldia.com, me decía en su entrevista en Ruralpedia, también tajante: “Trabajo”.
Con todo esto que analizamos quiero aprovechar estas líneas para reivindicar el papel de la comunicación, el periodismo y los periodistas para dar visibilidad a estas zonas rurales, servirles de altavoz y poner el foco en los problemas de estos lugares de la geografía española que merecen, exactamente, los mismos derechos que cualquier gran ciudad. Ni uno más ni unos menos: los mismos.
Ese mensaje tiene que llegar a las administraciones, a los que toman las decisiones, y los medios de comunicación deben de ser ese altavoz, junto con el apoyo de las nuevas tecnologías de la información y las redes sociales, para que movilizaciones tan necesarias como el #31MsíVOY sigan siempre en el candelero, cojan fuerza y sirvan para unir a todas las zonas rurales de nuestro país en una sola voz.
Y hablo de la importancia del papel de los medios de manera bidireccional: tanto los grandes medios que informan desde los centros de tomas de decisiones como los medios de comunicación que luchan día a día desde la España rural para informar a la ciudadanía de su día a día. Ellos tienen que seguir contando noticias, hablando de cómo se vive en esas zonas rurales, de todo lo que se hace, de lo que se innova, de lo que se crea…
Esos profesionales de la comunicación y el periodismo tienen la fuerza necesaria para que su voz y la de sus paisanos y paisanas resuene muy alto y muy lejos. Y hay que hablar de ese trabajo, de esas labores de comunicación únicas e imprescindible para que el silencio no reine del todo en esas zonas de la España Vacía (o Vaciada) que parece que algunos quieren condenar al olvido.
En Ruralpedia queremos reivindicar la labor de los profesionales del periodismo y la comunicación que realizan su labor en las zonas rurales de nuestro país. Son más necesarios que nunca ya que son una herramienta más en la lucha contra esa temida despoblación. Quizás ellos no lo saben no lo creen o no quieren creerlo y simplemente hoy saldrán a buscar nuevas historias que contar. Historias que hablan de campo, de ganadería, de agricultura, de innovación y, por encima de todo, de futuro.