A lo largo del recorrido que estamos realizando por toda la geografía rural española, son muchos los lugares donde la labor empresarial tiene una importancia vital para su propio futuro. Existe un compromiso muy grande de muchas empresas con su tierra, una vinculación que es clave para entender el desarrollo económico que muchas de nuestras zonas rurales puedan llegar a experimentar.
Y en todo este viaje las figuras del emprendedor y la emprendedora siempre aparecen como algo fundamental para poder entender todas esas nuevas oportunidades económicas que comienzan a generarse desde el medio rural y que quieren hacerse un hueco en el mercado. Ante esta tesitura, hemos querido conocer más de cerca a la asociación Territorio Emprendimiento, un colectivo que entiende emprender como “la palanca del crecimiento sostenible, inclusivo y digital del territorio y apuesta por fijar la población y vertebrar el futuro de dicho territorio”.
Para conocer más detalles sobre esta apuesta por crear un ecosistema de emprendimiento en toda la geografía española hemos hablado con Francisco Martín Jiménez, presidente de esta iniciativa que cuenta ya con casi 500 emprendedores y que cree firmemente en “el diálogo entre lo rural y lo urbano, entre lo local y lo global, entre lo digital y lo artesanal”.
Así ha sido la charla.
Ruralpedia: Comencemos por el principio. ¿Qué es Territorio Emprendimiento y cuál es su misión?
Francisco Martín Jiménez: Podríamos definirTerritorio Emprendimiento como
un LinkedIn gratuito del ecosistema emprendedor, donde convivimos emprendedores
de todos los sectores, junto a inversores como Socios Inversores, Our Crowd,
Ulule.. Y también contamos con periodistas tan conocidos como Juanma Romero de RTVE
y el apoyo de grupos editoriales de emprendimiento como Efe Emprende, El
Economista, Grupo Zeta, Expansión…
R: Apostáis en todo momento por el emprendimiento como “la palanca del crecimiento sostenible, inclusivo y digital del territorio”, ¿en qué momento se encuentra el mundo rural de nuestro país en este sentido? ¿Es el mejor momento para emprender en zonas rurales?
FMJ: La verdad es que el mundo rural lleva tiempo mostrando su situación y muchos grupos y colectivos están haciéndose notar, lo que hace que sea el momento óptimo en el que toda la sociedad llegue a ser consciente de que es un problema de urgente solución. Nosotros veníamos trabajando directamente en ayudar a los emprendedores sin deslocalizarlos, es decir, que permaneciesen allí donde ellos mejor se encuentran y además son motor de su comarca.
R: También habláis de crear un ecosistema de emprendimiento en toda la geografía española, poniendo “énfasis en la España Vacía”. En Ruralpedia, de una manera similar, apostamos por la creación de una gran comunidad rural para avanzar. ¿Cómo estáis trabajando en este sentido desde Territorio Emprendimiento?
FMJ: A nosotros en Salamanca en Startups Olé, nos escuchó un alto funcionario de la Comisión Europea y dijo: “Estos tipos están haciendo efectiva la teoría que nosotros planteamos, con numerosos casos de éxito”. A partir de ahí nos llaman a consultas, empatizamos muy bien porque somos muy complementarios e inclusivos. Nos contactó el Gobierno de España y ahora estamos preparando lo que se presentará el 12 del 12 en el lugar donde se pactó y firmó la Constitución por todos los grupos políticos del arco parlamentario tras siete días encerrados en el Parador Nacional. Ahora nos parece precioso emular otro gran pacto nacional para algo tan importante como es dar un giro a la historia. Realmente nos motiva muchísimo.
R: Tenemos claro que las empresas deben ser uno de los principales motores del crecimiento de las zonas rurales de nuestro país. ¿Cuáles son, a tu juicio, las principales problemáticas a las que se enfrentan?
FMJ: Cierto es que hay varias, como la conectividad, aunque no es el principal. De hecho, hay muchos pueblos muy cercanos a ciudades que cuentan con perfecta conectividad y servicios a menos de 6 minutos y también sufren la pérdida de población. Lo cierto es que es un cúmulo de situaciones, pero quizás lo más importante sea la situación habitacional. Nosotros estamos trabajando en crear ese banco de casas habitables en alquiler, que hay poquísimas y es muy difícil encontrarlas. Lo mismo para muchos negocios que no encuentran relevo generacional.
Intento explicarlo: sí que hay casas, pero, o están en venta o no se fían de alquilar a desconocidos o necesitan una reforma muy importante. Y, por otro lado, en cuanto a los negocios, o se venden a alguien del entorno, algo nada fácil por cierto recelo en temas del precio, o nadie se entera de que salen a la venta, mientras por otro lado tenemos mucha gente en grandes ciudades que nos demanda en pueblos una quesería, una panadería, una carpintería… en esto estamos trabajando.
Por eso creo que, junto a la conectividad, otro problema grave es la enorme burocracia existente para instalar determinados negocios de nueva implantación.
R: También realizáis una apuesta firme por los Territorios Rurales Inteligentes, los llamados Smart Villages. ¿En qué sentido puede beneficiar su implantación a la calidad de vida de las zonas rurales de nuestro país?
FMJ: Smart Villages son, para que nos entienda todo el mundo, los estadios de juego, imprescindibles para poder armar un ecosistema. Nosotros podemos aconsejar o facilitar, pero no es nuestro terreno. Desde Territorio Emprendimiento lo que aportamos son los jugadores, los emprendedores, tanto locales que ayudamos a quien quiera desarrollar algún negocio e instalarse en el pueblo, como a foráneos que desean una nueva vida con más tiempo para ellos y además con unos costes infinitamente mas contenidos.
R: Vamos a detenernos en una de las iniciativas que habéis impulsado: el I Congreso Europeo de Repoblación Rural ‘Startup Village’, que tuvo lugar en Villahoz el pasado mes de julio. ¿Qué sensaciones dejó a la asociación un encuentro de tan alto nivel?
FMJ: La verdad es que fue toda una prueba de fuego que nos puso Comisión Europea el y Ministerio de Agricultura ya que un 31 de Julio, cuando media España se está yendo de vacaciones a partir de las 2 de la tarde y la otra media está volviendo… pero conseguimos que estuvieran de manera activa cuatro ministerios, miembros de la Comisión Europea, televisiones como RTVE, LaSexta o programas de raido como La Linterna de la SER.
Y donde pensábamos meter un máximo de 180 personas, que es el aforo del Teatro de Villahoz, que tiene 163 habitantes, tuvimos que habilitar la Iglesia, donde caben 400 personas, para hacerlo de forma simultanea. También participaron entidades como Tragsa, Enisa, el Fondo Europeo de Inversión, Acciona, Telefónica, Grupo Pascual… fue una barbaridad y una gran demostración de que es el momento de hablar de lo que nosotros hablamos: repoblación rural.

R: De allí surge el Gran Pacto por el Emprendimiento y la Innovación para la Repoblación Rural. ¿Podrías contarnos algunos detalles y cómo podrá hacerse extensible a las distintas zonas rurales de nuestro país?
FMJ: Eso es lo que vamos a explicar a todos los presidente de Diputaciones Provinciales, que al fin son los responsables directos de las poblaciones de menos de 20.000 habitantes, ese día 12 del 12 en la Conferencia de Presidentes que se celebrará en Gredos: la metodología para que todo aquel pueblo que desee recibir emprendedores sepa los pasos que puede y debe dar y todo emprendedor que esté buscando un pueblo para vivir y desarrollar su startup igualmente sepa cual es el camino a seguir.
R: Centrándonos en la repoblación rural y teniendo en cuenta que pronto habrá unas nuevas Elecciones Generales, ¿cuáles son a tu juicio las principales medidas para impulsarlas y luchar de manera más firme contra el fenómeno de la despoblación?
FMJ: Soluciones habitacionales, ventanilla única y mas rápida/eficaz para tramitar las altas y conectividad, por este orden. El resto es secundario que irá llegando por añadidura, pero esos tres pasos son vitales y además fáciles de conseguir, lo explicaremos el día 12 del 12.
R: Uno de los conceptos que utilizáis, y que nos ha gustado mucho, es el de emprendimiento trashumante. Nos gustaría que profundizaras en él y nos contaras algún caso que conocéis y que funcione.
FMJ: Tanto se habla de nuevas tecnologías y la realidad es que a un emprendedor se le obliga a ir a Madrid, Barcelona o Valencia para hacer networking, Eso es lo que nos diferencia a Territorio Emprendimiento ya que convivimos en un espacio común que es el workplace o plataforma común donde nos interrelacionamos permaneciendo y generando riqueza cada uno allí donde más le necesitan y donde mas a gusto está que es en su zona de origen.
Por ejemplo, David de Patatas Fritas Artesanas Vallucas, un chico que en la crisis del 2007 se arruino en un negocio que tenía, se reinventó y compro una nave/pajar en la comarca mas despoblada de Cantabria (Valderredible). En solo 8 meses, y levantando todo con sus propias manos y las de su hermano, tiene una empresa que da trabajo a 7 personas mayores de 45 años (riesgo de exclusión laboral) y compra gran parte de la producción de patatas (base de la economía del valle) para transformar, dar valor añadido y vender. Se ha convertido en todo un motor y dinamizador de una comarca despoblada.
R: En vuestra descripción decís claramente creer “en el diálogo entre lo rural y lo urbano, lo local y lo global, lo digital y lo artesanal”. Nos parece una sentencia magnífica, pero, hasta ahora, complicada de conseguir. ¿Qué receta aplicaríais para dar pasos en ese sentido?
FMJ: Es muy complicado sembrar tomates en Gran vía o criar ovejas en La Rambla, montar un pequeño negocio en una gran ciudad lleva unos gastos que muchas veces el emprendedor no se puede permitir, un piso en una barriada muy humilde y una nave muy pequeña en un polígono de la capital se nos va a 2.000 euros al mes.
En cambio, una casa con pajar rehabilitado en un pueblo está en manos de emprendedores que están pagando 300 euros al mes. Por ejemplo, uno de los emprendedores que vivía en Barcelona y su nave estaba en Cornellá nos contaba su jornada de trabajo: 45 minutos para ir de Barcelona a Cornellá, 4 horas de trabajo, 2 horas para comer, otras 4 horas de trabajo y 1 hora y media para volver al centro de Barcelona a descansar. En total más de 12 horas diarias desde que salía de casa hasta que volvía.
Ahora se trasladó a Villahoz (su empresa produce y vende abrasivos para clientes en Europa) y su jornada es de ocho horas y su nueva casa está a menos de cinco minutos andando de la nave. Nos dice: “Gané cuatro horas diarias para hacer lo que me apetezca”. Son palabras de Jordi Sola Mussons y como él hay decenas. Esto es emprender en el mundo rural.
R: Por último, una de nuestras preguntas clásicas: ¿Con qué término os identificáis más? ¿Con España vaciada o España vacía?
Nosotros sin duda con repoblación rural porque creemos que el ser humano se mueve por tendencia, modas y ahora toca calidad de vida, criar a los hijos con calidad de vida. No hay un niño menor de 12 años que se mueva en Madrid con bicicleta, ni un niño mayor de 5 años que viviendo en un pueblo no la tenga. Todo eso al final se traduce en deporte, salud, independencia y no vamos a hablar ya de lo que respira día tras día un niño de un pueblo o el que vive tras el gorro de polución constante de una gran ciudad.
Pondremos un último ejemplo, Madrid sin ir mas lejos, una de las grandes capitales mundiales, con una oferta brutal, tanto de ocio, gastronómica, cultural, arquitectónica. Podrías ir un día a comer a un hindú, otro un mexicano, un tailandés, italiano, conciertos, teatro, museos… pero ¿a quién conocéis que se vaya a pasar sus vacaciones 25 días a una gran capital?
El ser humano necesita el contacto con la naturaleza y cuanto puede va a ella, bien campo o playa, y en lo siguientes 6 años se va a crear esa corriente de nuevos neorrurales que van a criar a sus hijos con calidad de vida porque su actividad profesional se lo permite.
Después del receso económico por la pandemia de Covid 19, todos los emprendedores deben pensar en la reinvención digital. Ahora más que nunca, el mundo entero necesita que los grandes profesionales estén presentes en el ciberespacio. Profesionales satisfagan las necesidades de los consumidores durante el distanciamiento social.