Un año más pasó Fitur, la gran Feria Internacional del Turismo de Madrid que cada año se celebra en Ifema. Un evento enorme que genera un volumen de información gigante en todo el mundo y al que acuden miles de personas, profesionales del sector, para conocer todas las tendencias turísticas del planeta. Operadores, países, empresas, ciudades… y zonas rurales.
Por eso, en Ruralpedia, queríamos preguntarnos si un evento como Fitur sirve o no para promocionar las zonas rurales de nuestro país y es una oportunidad realmente efectiva para el impulso del turismo rural. Porque tenemos ser conscientes de que Fitur es un gigante mediático que fabrica cientos de noticias por hora, con muchísimas presentaciones de lugares de todo el mundo y donde muchos destinos turísticos ponen toda la carne en el asador.
Aún así, muchas zonas rurales acuden con sus ideas, sus proyectos, sus retos, sus propuestas… para tener su momento en el inmenso mar que supone una feria como Fitur, que este año celebraba su 40 aniversario y que se anunciaba como “su edición más profesional e internacional”, como pudimos leer en su momento en la web de IFEMA.
Y allí que estuvieron, entre los días 22 y 26 de enero, decenas de zonas rurales de nuestro país presentando sus iniciativas turísticas. Normalmente se les reserva un momento y un espacio en los stands de sus provincias o de sus Comunidades Autónomas. Todo con muchísima voluntad, por supuesto. Pero, lo que la experiencia nos dicta, es que esas noticias al final son recogidas por los medios locales. Exactamente los mismos que las habrían recogido si esa presentación se hubiera hecho en sus zonas de orígenes.
No vamos a poner nosotros en duda el valor de Fitur. Hablamos de un tesoro que hay que cuidar y proteger, ya que Madrid es, año a año, la referencia de un sector que es clave para el desarrollo económico de nuestro país. Fitur es imprescindible para la economía española. Pero quizás tenemos más dudas a la hora de asegurar que Fitur sea efectivo para la promoción del turismo rural de nuestro país.
Y es que aunque la Feria Internacional del Turismo sea un escaparate increíble para el sector, a lo mejor toda la vorágine informativa que genera tapa a iniciativas más modestas pero muy interesantes que surgen del mundo rural. Por esto, probablemente, el turismo rural tenga que buscar su propio espacio o espacios en una feria que se adapte más a su realidad y a la búsqueda de un turismo sostenible y que suponga un beneficio real para las zonas rurales y su crecimiento.
Los pueblos y las zonas rurales de nuestro país deben generar su propio modelo turístico: sostenible, respetuoso con el entorno y el medio ambiente, que preserve sus tradiciones y que sea una fuente de futuro. Y por ello, a lo mejor, debe generar su propio evento turístico que aun estas características y reúna propuestas turísticas de todo el mundo enfocadas al desarrollo del mundo rural. ¿Es una utopía pensar en conseguirlo?