No debe haber nada más duro que el olvido, ¿verdad? Pasa en todas las facetas de la vida: en lo cultural, en lo informativo y también le pasa a las personas. Tanto las que son olvidadas como las que, por desgracia, comienzan a olvidar. Podríamos decir que el olvido es algo que forma parte inevitable de la vida.
¿Pero qué pasa con el olvido que sufren las zonas rurales de nuestro país? ¿Forma parte inevitable de la vida? Rotundamente no. Es más, debemos negarnos a aceptar jamás el olvido institucional que sufren muchos territorios de nuestro país. Pueblos, aldeas, comarcas… zonas enteras afectadas por la desidia de unas instituciones que miran para otro lado ajenas a la problemática de lugares que van muriendo a ritmo diferentes. Pero el destino final de todos parece ser ese olvido al que quieren condenar al mundo rural.
A lo largo de esta campaña electoral en Ruralpedia hemos querido recordar a los partidos políticos que su compromiso es con toda la geografía española por igual. Basta ya de un país de varias velocidades que deja a nuestras zonas rurales siempre en el vagón de cola de inversiones, infraestructuras… Ese tipo de decisiones lo único que provoca es que haya ciudadanos de segunda, de tercera, de cuarta… Por eso lo que reclamamos, por encima de todo, es dignidad. Dignidad para los habitantes de las zonas rurales de España y de sus territorios.
Para ello, para reclamar esa dignidad, preparamos 13 propuestas dentro de lo que llamamos Programa Electoral para el Mundo Rural. Pero somos completamente conscientes de que es insuficiente. Nuestra voz es pequeña y se escucha muy poco. Por eso, contra ese olvido al que parece que muchos quieren condenar al mundo rural, hay que luchar unidos. Solo de la unión de la gran comunidad rural española nacerá un movimiento que ponga freno a tanta desidia y a tanta injusticia.
Ojalá todos estos procesos electorales interminables, en los que el mundo rural no ha existido en debate alguno y apenas ha tenido protagonismo en los grandes medios de comunicación, sirva para generar una reflexión de todos los agentes implicados en la defensa del modo de vida de nuestros territorios. Es la hora de levantarse y alzar la voz para que ese olvido termine de una vez por todas y dejen de morir pueblos en nuestro país.
Porque ese olvido, que viene de la mano de una flagrante pérdida de derechos y servicios para la ciudadanía de nuestras zonas rurales, implica una muerte progresiva de un modo de vida que merece ser protegido, defendido e impulsado para que todos esos pueblos que ahora están muriendo puedan llenarse de esperanza, dejar de perder población y comenzar a mirar hacia el futuro.
Ese cambio que necesita y que urge para muchos lugares de nuestro país no llegará sin la unión de la gran comunidad rural española. Solo haciendo fuerza juntos y levantando la voz se hará una presión real para conseguir el gran objetivo: dejar de ser los grandes olvidados de este país.