Contar la vida de los pueblos, sus tradiciones, su cultura, su historia, su manera de entender las cosas… es fundamental para que las zonas rurales de nuestro país miren al futuro y consigan que las nuevas generaciones se empapen de un modo de vida que debemos cuidar y proteger. En los últimos años, gracias a las nuevas tecnologías, se han puesto en marcha herramientas que ayudan a mantener, cuidar y proteger la esencia de muchos de estos lugares de nuestra España rural.
Una de estas técnicas es el vídeo que, tanto en un formato más tradicional, como a través de las redes sociales, se ha transformado en uno de los principales vehículos de comunicación para mostrar al resto del mundo las particularidades y peculiaridades de una zona, una comarca o una región. Y de esto saben mucho en CortijoFilms, una productora afincada en Los Pedroches, que lleva varios años trabajando pueblo a pueblo en mostrar lo mucho que tienen que contar.
Para saber más de su manera de trabajar hemos hablado con Jesús Blanco que, junto a su socio Sabino Antolí, de cómo es su trabajo en una zona como Los Pedroches.
Ruralpedia: Entra uno en la web de CortijoFilms y cuando busca conoceros se encuentra con: “Somos de churros por la mañana, de salmorejo en verano y de candela en invierno”. Eso lo deja todo bastante claro, pero… ¿qué es CortijoFilms?
Jesús Blanco: CortijoFilms es un sueño, la idea romántica de volver al hogar, a nuestra tierra, y aportar aquí lo que hemos aprendido fuera de una forma productiva. Volver para hacer algo. Somos una boutique audiovisual de cine publicitario que pretende llevar una publicidad de calidad con valores de producción internacional a zonas alejadas de los grandes núcleos urbanos.
R: Desde el minuto uno habéis apostado por el mundo rural, comenzando por vuestra tierra, Los Pedroches, pero mirando un poco a todas partes. ¿Cómo definirías esa apuesta tan clara que habéis realizado por vuestro territorio?
JB: En este punto se junta dos factores. Por un lado, como pasa con mucha gente de nuestra edad, somos producto de la crisis y de esa idea antigua de que la gente que estudiaba tenía que irse fuera, por eso existen unas ganas de volver a nuestra tierra pero desde una faceta productiva y aplicando, en nuestro caso, los más altos valores de calidad a nuestro trabajo.
Y, por otro lado, está el factor empresarial, ya que al volver comprobamos que existía un nicho de mercado muy interesante ya que casi nadie se ocupaba de dar servicios de publicidad bien hechos a empresas de provincias. En el mejor de los casos se tenía que recurrir a empresas de Madrid o Barcelona cuando alguien quería conseguir grandes resultados.
R: Cortijo Films es una productora con un potencial tremendo. Solo hay que ver vuestro portfolio. Pero, ¿cómo contarías tú los servicios que ofrecéis a vuestros clientes?
JB: Gracias por el piropo, nuestro trabajito nos ha costado… (Risas). Por propia definición de la empresa somos productores de publicidad, algo que es muy amplio hoy en día con la fuerza de las redes sociales. También nos encanta que cada proyecto suponga un nuevo reto y sea muy diferente al anterior.
Pero dentro de esta generalidad podemos destacar dos líneas de especialización claras: por un lado, los vídeos de promoción turística, que nos encantan, y nos permiten aportar nuestro granito de arena al desarrollo de los pueblos, además de darnos la oportunidad de conocer sitios increíbles que, de otra forma, no visitaríamos.
Y, por otro lado, está la grabación de producto, que parte de una experiencia previa grabando con clientes como McDonalds o KFC, y del estudio del tejido productivo andaluz, donde las empresas agroalimentaria son las más potentes.
R: En tu trayectoria personal y profesional has trabajado en varios países y en zonas muy distintas a donde te mueves ahora. ¿Cómo explicarías la diferencia de trabajar en grandes urbes a pasar a hacerlo en la mayor dehesa del mundo?
JB: Bueno, parece complejo dar ese salto… yo siempre me he considerado bicho de ciudad, pero después de cinco años en Panamá tenía una carga de estrés brutal, podría decir que volver al pueblo, a Pozoblanco, me salvó la vida, pudiendo ver las cosas de otra manera, y me dio algo de la paz que había perdido por el camino.
En el pueblo todo el mundo se apoya más, los círculos sociales son más amplios y efectivos y tienes mucho más tiempo para ti… aunque tampoco es la panacea como todos sabemos faltan servicios y oferta. En mi caso, lo que más echo de menos es la oferta cultural de una ciudad, poder ir a un museo cuando quiera, aunque aquí tenemos la naturaleza como museo…
R: A lo largo de vuestra trayectoria habéis hecho un enorme recorrido por casi todos los pueblos de la comarca de Los Pedroches. Y lo habéis hecho a través de unos vídeos que retratan historia, tradiciones, cultura, memoria… ¿Cuál es el secreto de los vídeos de Cortijo Films?
JB: Nuestro principal secreto es algo muy sencillo pero que se olvida muy a menudo: la pasión. Tenemos pasión por nuestro trabajo y todo lo que hacemos, nos encanta contar historias… Sobre los videos de promoción turística nos gusta escuchar, ver, pasear mucho por los pueblos que vamos a grabar, empaparnos de su esencia y enfocar el video a la propia gente del pueblo. Tenemos que pensar primero en ellos, porque si su pueblo se ve bien reflejado en el video ellos mismos van a ser los mejores embajadores e influencers que se pueda contratar.
R: En los últimos años, muchos pueblos de toda España apuestan por lo audiovisual para mostrar sus valores y sus fortalezas, especialmente en el ámbito turístico. Sin desvelar toda la receta de Cortijo Films, ¿qué no puede faltar en un vídeo promocional para un pueblo de la España rural?
JB: Más allá de los propios elementos técnicos y de nuestra propia experiencia, lo que no puede faltar es la emoción. Nosotros partimos de una concepción de publicidad emocional e intentamos atacar a los sentimientos para generar esa emoción en las personas que lo vean. Queremos que se olviden del video pero en sus cabezas se genere una necesidad de visitar y vivir en primera persona lo que tantos pueblos tienen que ofrecer.
También le damos mucha importancia al trabajo previo como hemos comentado antes: a empaparnos de la historía y la identidad propia de cada lugar, hablar con la gente, pasear por sus calles… contar la verdad de cada lugar a fin de cuentas.
R: Durante estos años en Los Pedroches habéis podido constatar muchas realidades de distintos sectores económicos, administrativos… trabajando con la mayoría de ellos. ¿Cuáles son a tu juicio los grandes retos que enfrenta una zona rural con estas características para poder mirar al futuro con optimismo?
JB: Creo que la despoblación es la muerte lenta de las zonas rurales, cada vez menos gente, menos servicios, menos oferta… Es complicado pero hay que apostar por la diferenciación, por las nuevas tecnologías y el teletrabajo para captar nuevos ciudadanos.
Aquí se puede mandar un mail o tener una videoconferencia con el extranjero sin tener que aguantar un atasco de dos horas para llegar a la oficina. ¡Y aún te queda tiempo para pasear por el campo, comprar pan de verdad y charlar con la panadera o de regar tu huerto y tomarte una cerveza debajo de un limonero! Creo que ese enfoque podría mejorar algo las cosas y esa diferenciación será clave en el futuro.
R: En tu caso, has vuelto a Pozoblanco tras unos años de importante trayectoria profesional en distintos puntos de nuestro país y también fuera de nuestras fronteras. Tu retorno ha coincidido con el de otros muchos jóvenes que volvieron a Los Pedroches para iniciar proyectos. ¿Esto se ha mantenido en el tiempo? ¿Te sorprendió el movimiento que había en la zona?
JB: La verdad es que me sorprendió enormemente ya que aún tenía en mi cabeza aquello de que la persona que estudia tiene que buscarse la vida fuera y ya no es así o al menos no siempre lo es. De hecho, esa vuelta de gente preparada y con ganas de hacer cosas diferentes y arriesgadas, montando negocios que daban un giro, nos empujó a llevar a cabo esta idea de CortijoFilms, seguramente de no haber visto ese movimiento coincidente con mi llegada me hubiera ido a Málaga o Madrid.
R: Mirando a tu trayectoria profesional. ¿Cómo llevas pasar de trabajar con la presión de grandes corporaciones a la tranquilidad que da vivir en una zona como Los Pedroches en lo que a ritmo de vida se refiere? ¿Echas algo de menos? ¿En qué crees que has salido ganando?
JB: La presión en el trabajo parte de uno mismo, así lo entiendo yo, nadie me va a exigir más de lo que yo me exijo. Trabajar para unos clientes u otros no es diferente en ese sentido. Los ritmos por fuerza si son diferentes.
El ritmo de vida de las ciudades donde he vivido y trabajado y Los Pedroches no tiene nada que ver, volver aquí es como aquel capítulo de Los Simpson donde parodiaban El Resplandor de Kubrick y Homer decía aquello de “ganas de matar desapareciendo” (Risas).
También por el propio funcionamiento de las ciudades acabas conociendo a gente parecida a ti, con intereses comunes, mientras que en los pueblos conoces a gente mucho más diversa y eso, bien entendido, puede ser muy enriquecedor. En mi caso, lo que más echo de menos es la diversidad étnica y cultural, poder comerte un buen sushi o ir a restaurante peruano, los museos… Nada es perfecto, lo que ganas por un lado lo pierdes por otro.
R: Vamos terminando la entrevista pero antes queríamos preguntarte por otros temas. Por ejemplo, cuando empiezas a trabajar en una zona de manera tan profunda como Cortijo Films lo ha hecho en Los Pedroches, siempre se encuentra con sorpresas o con historias que no conocía. ¿Qué es lo que más te ha sorprendido en todo este tiempo?
JB: Bueno aparte de alguna historieta curiosa, lo que más me ha sorprendido de verdad ha sido la falta de unión, el gusto casi absurdo por encontrar diferencias ridículas cuando la fuerza parte de la unión de una tierra que es una identidad clara, muy marcada y única.
Creo que es un mal congénito de Los Pedroches que sólo la lucha por conseguir la parada del tren consiguió arreglar esta forma de actuar de manera temporal. Por muchas acciones que se realicen para mejorar las cosas, hasta que no nos unamos de nuevo nada mejorará verdaderamente en nuestra tierra.
R: Recientemente, junto al Ayuntamiento de Dos Torres, habéis organizado el I Maratón de Cine Instantáneo de Dos Torres. ¿Qué puedes contarnos de la experiencia y que ha supuesto para Cortijo Films lanzarse a esta iniciativa?
JB: Ha sido una experiencia genial, ver a los chicos hacer sus primeros cortos, acercar el cine a la calle y pegarle a la gente este virus de contar historias es muy bonito. Además, la fórmula instantánea del festival hizo a todo un pueblo disfrutar y participar con este evento y volcarse con él, siendo parte de hacer cine. Fue muy bonito y esperamos repetirlo en este 2020.
R: Por último, en Ruralpedia tenemos una pregunta final que solemos lanzar en todas nuestras entrevistas: ¿Con qué concepto te identificas más? ¿España vacía o España vaciada?
JB: Es un tema simpático que tiene mucho que ver con este país que tenemos, donde nos entretenemos más en términos que en los temas reales. Yo con lo que estoy de acuerdo es con la España que está harta… si no nos ponemos serios y buscamos soluciones eficaces, nada se va a conseguir.
Es como aquel tema de SFDK del 97 ‘Llámalo como lo quieras’: «…trabajemos en conjunto, lleguemos a acuerdos… necesitamos hacer cosas distintas para conseguir cosas diferentes…»